El domingo 26 de
octubre se cumplió un mes de la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa,
México. Un acto de barbarie que nos conmueve demostrándonos como el capitalismo
y sus fuerzas represivas se ensañan particularmente con la juventud. En México
y en todo el mundo debemos reclamar por el esclarecimiento del caso y el
castigo a los culpables. Una forma más de hacer efectiva solidaridad
anticapitalista entre los pueblos. Compartimos el discurso que la gran
escritora Elena Poniatowska pronunció en el Zócalo reclamando justicia.
Patricio Echegaray
"Regrésenlos" (discurso de Elena Poniatowska en
el Zócalo)
Hoy, domingo 26 de octubre, a un mes de la ausencia de los
43 muchachos desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa por la Policía
Municipal de Iguala, Guerrero reclamamos aquí en el centro del país, en la
capital de México, la presencia de los muchachos y pedimos a cielo abierto y en
voz alta: “Regrésenlos”.
La Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero es muy pobre pero es
el único lugar donde los que nada tienen pueden recibir una educación superior
gratuita. Es la única opción de los campesinos que han escogido ser maestros
rurales. Las habitaciones de los estudiantes de la Normal evidencian la
miseria, el abandono de los muchachos. Su comida también. Cuando a uno de ellos
le sirvieron leche exclamó que era la primera vez que la veía y sonrió al decir
que le gustaba. Así como la leche, son muchos los alimentos que los chavos
desconocen. Sus camisetas, sus mochilas, sus suetercitos recargados en los
muros de su cuarto vacío, sus utensilios de plástico, todos son prendas de
pobre.
Ya es hora de que en México hablen los pobres, ya es hora de
que los ciudadanos se manifiesten por encima de los partidos. Ya es hora de que
seamos consultados. Ser consultado es un derecho político que demandamos desde
hace mucho tiempo los habitantes de los 32 estados de la república. Somos miles
los mexicanos que no nos sentimos representados, miles los mexicanos que
queremos una democracia participativa, miles de mexicanos que levantamos la voz
y pedimos ser tomados en cuenta en los asuntos públicos, sobre todo en los de
trascendencia nacional como es nuestro futuro energético. Los grandes temas nos
conciernen pero conciernen sobre todo a los jóvenes porque además de ser el
futuro tienen que mantenerse vivos. Sin ellos simplemente no hay país. Así como
se dice “Sin maíz no hay país”, sin los jóvenes no hay nada.
El pasado miércoles 23 de octubre en una marcha que NO
convocó un solo partido, los ciudadanos se organizaron solos e inauguraron una
protesta ejemplar, absolutamente fuera de serie. La marcha resultó cinco veces
mayor que la consignada por los medios: 350 mil personas, un río de gente
seguía entrando y abarrotaba las calles aledañas al zócalo de por si lleno a
reventar. La multitud protestaba contra el crimen de Ayotzinapa, un crimen de
lesa humanidad. Los estudiantes fueron cazados, sometidos a la tortura hasta la
muerte, a la desaparición forzada, a ejecuciones arbitrarias y ahora los
culpables quieren librarse de su responsabilidad acusando a los jóvenes y
buscan criminalizarlos al querer ligarlos al cartel de “Los Rojos” o a
“Guerreros Unidos”. No se vale desviar la investigación de los hechos y
deslizar en conferencias de prensa que se trata de un enfrentamiento entre
cárteles. Tampoco se vale implicar a los muchachos en grupos guerrilleros. El
“caso Iguala” es una mancha atroz en la vida oficial y política de nuestro país
ya de por sí hundida en el lodo.
El periodista París Martínez se preocupó por levantar con
amigos y familiares perfiles de los estudiantes. Es justo, a pesar de que solo
podamos hacerlo con unas cuantas líneas, que recordemos a cada uno y por eso
les pido que después del nombre y la descripción de cada muchacho digamos todos
al unísono: “Regrésenlo” así como en la Guardería ABC en Hermosillo cuando la
muerte de 49 niños y 76 heridos, el 5 de junio de 2009 dijimos “Presente”, el
nombre de cada niño.
1. Jhosivani Guerrero de la Cruz, de 20 años, de Omeapa
delgado, de cara espigada, de ojos rasgados apodado “Coreano” camina 4
kilómetros de ida hasta la carretera para tomar el transporte y cuatro de
regreso porque quiere ser maestro de primaria en su tierra Omeapa.
2. A Luis Ángel Abarca Carrillo, de 21 años, de la
Costa Chica, de San Antonio, municipio de Cuautepec lo apodan Amiltzingo.
Muy cariñoso, es miembro de la “Casa Activista” en la que los normalistas
pueden inscribirse para recibir formación política. Allá adentro resuena el
nombre de Lucio Cabañas. Los ricos de Guerrero consideran revoltosos a los
normalistas porque el héroe al que buscan imitar es el guerrillero Lucio
Cabañas que también fue maestro.
3. A Marco Antonio Gómez Molina, de 20 años apodado Tuntún
de Tixtla le encantan las tocadas de rock, le gusta mucho “Saratoga”,
“Extravaganza”, “Los Ángeles del Infierno”. También él es compañero que siempre
hace reír de la Casa Activista.
4. A Saúl Bruno García, de 18 años lo conocen
como Chicharrón, y es “desmadroso”, es de los que trata de hacerte reír hasta
donde más, muy bromista y amistoso. Es de Tecuanapa y le falta el dedo anular
de la mano izquierda porque se lo mordió el molino cuando hacia la masa. Saúl
Bruno García rapó a todos los de la “Casa Activista”. Un compañero tenía fotos
del momento de la rapada en su celular, pero los policías se lo quitaron.
5. Jorge Antonio Tizapa Legideño, de Tixtla tiene 20 años
–dice su mamá–, y tiene un hoyito en la mejilla izquierda. Le gusta trabajar en
el campo sembrar granos y hortalizas porque nunca alcanzan los recursos del
gobierno estatal para los 500 estudiantes.
6. Abel García Hernández, de Tecuanapa es un niño campesino
de 19 años, tiene una mancha atrás de la oreja derecha, es flaquito y mide 1.62
de altura.
7. A Carlos Lorenzo Hernández Muñoz, de 19 años lo
bautizaron como “el Frijolito” y es de la Costa. Parlanchín, siempre está
dispuesto a ayudar a las personas”. “El Frijolito” fue el primero en ponerse de
pie para donar su sangre cuando la pidieron en Tixtla para un enfermo.
8. Adan Abraján de la Cruz, de 20 años, campesino, es
del Barrio de El Fortín, en Tixtla, un pueblo que cuida la Policía
Comunitaria. Es del equipo de futbol de los Pirotécnicos de El Fortín, sus
amigos lo consideran buen futbolista…
9. Felipe Arnulfo Rosa, campesino es de un rancho del
Municipio de Ayutla y tiene 20 años. Se cayó de espaldas siendo chiquito y
tiene una cicatriz en la nuca.
10. A Emiliano Alen Gaspar de la Cruz, lo bautizaron
como “Pilas”, por inteligente. “No echa relajo, es sereno y razona mejor que
otros, le gusta tener todo en su lugar”. Emiliano fue uno de los 20
alumnos de primer ingreso que, hace dos meses se inscribieron en la Casa
Activista. Diez miembros de la Casa Activista se encuentran entre los 43
normalistas secuestrados el 26 de septiembre.
11. César Manuel González Hernández, de 19 años es
de Huamantla, Tlaxcala, desmadroso, tiene el apodo de “Panotla”, pero
también le dicen “Marinela”, porque una vez, en Jalisco, se llevó la camioneta
de la empresa que hace pastelitos.
12. Jorge Alvarez Nava, “el Chabelo” de 19 años es del
municipio de Juan R. Escudero, Guerrero, tiene una cicatriz en el ojo derecho y
es tranquilo. Nunca alburea a nadie, nunca dice una grosería y su paciencia
hace que nunca le falte al respeto a nadie. Es uno de los más sensibles de la
Casa Activista... Sus padres aguardan en la cancha deportiva de la Normal de
Ayotzinapa y se abrazan al hablar de él.
13. José Eduardo Bartolo, Tlatempa, de 17 años es
de Tixtla, estudiante de primer año de la Normal Rural. Su padre es
albañil de oficio y espera que su hijo sea profesionista.
14. Israel Jacinto Lugardo, de 19 años es
de Atoyac, y sus amigos lo apodan “Chukyto”. Su mamá sostiene un cartel
con el rostro de su hijo y lo exhibe ante los automovilistas, durante
la toma de la caseta de Palo Blanco, en la Autopista del Sol. “Él es
medio robusto, tiene una cicatriz en la cabeza. Su piel es morena clara, su
nariz media chata. Es un buen muchacho, se vino con mucha ilusión a estudiar.
15. Antonio Santana Maestro, apodado Copy porque habla muy
bien en público, es reconocido en la Casa del Activista a la que acuden
los otros jóvenes. El Copy toca la guitarra, también le gustan los videojuegos,
juega con el PSP… pero lo que más le encanta, es la lectura…”
16. Christian Tomás Colón Garnica, de 18 años
de Tlacolula de Matamoros, Oaxaca. Su papá viajo desde su tierra apenas se
denunció el rapto de los 43 jóvenes normalistas. “Yo soy jornalero, gano 600
pesos semanal, máximo, y eso cuando hay, porque a veces no hay trabajo. Mi
muchacho quiere ser maestro esa es la profesión que él quiere, pero lo
frenaron, lo detuvieron… ¡¿Qué vamos a hacer?!”
17. A Luis Ángel Francisco Arzola, de 20 años, sus
compañeros normalistas lo conocen como “Cochilandia”, pero nadie sabe por qué.
Llegó con el apodo. Es un chavo serio, trabajador, y aquí lo estamos esperando
y queremos que él sepa que no vamos a parar hasta encontrarlo”.
18. Miguel Ángel Mendoza Zacarías, de Apango, municipio
Mártir de Cuilapa tiene 23 años, y sus compañeros consideran que el “ya
es grande”. Ellos tienen entre 17 y 20 años. En su pueblo, Apango, era
peluquero para salir adelante. Es un chavo bajito, “chido” según sus cuates
porque los apoya, da consejos, da todo a cambio de nada. Cuidaba a sus papás y
a sus hermanos. Vino a la Normal en el mismo asiento del autobús con un
compañero “pero empezaron los balazos y desafortunadamente él corrió para un
lado y yo para otro, a él lo arrestaron los policías de Iguala, yo logré
escapar, pero desde entonces no lo encuentro…”
19. Benjamín Ascencio Bautista, de 19 años, a quién le dicen
“comelón” porque un día se acabó solo todas las galletas en una mesa durante
una conferencia es originario de Chilapa. Antes de ingresar a la Escuela Normal
Rural de Ayotzinapa fue educador comunitario del Consejo Nacional de
Fomento Educativo (CONAFE). Se prepara a voluntarios para alfabetizar en
poblaciones marginadas, aisladas, rurales e indígenas de todo el país.
20. Alexander Mora Venancia, de 19 años y proveniente
de “El Pericón”, municipio de Tecuanapa, Guerrero, nadie le podía quitar
la idea de ser maestro. Le gusta dar clases. Primero ayudó en el campo pero
quiso estudiar… “Y yo le exijo –dice su padre- a la autoridad que haga su
trabajo como debe ser, que no tape a los culpables de la masacre que
cometieron los policías de Iguala y su presidente municipal. Así como vivos se
los llevaron, quiero que vivos los regresen…”
21. Leonel Castro Abarca, campesino de la comunidad de
“El Magueyito”, municipio de Tecuanapa, no tiene apodo y para sus amigos
“es una persona seria, pero con sentido del humor. Sueña con ser maestro, para
sacar a su gente adelante.
22. Everardo Rodríguez Bello, de 21 años es originario
de Omeapa. Lo conocen como El “Shaggy” porque se parece al de Scooby Doo.
Técnico en mecánica automotriz desde el CONALEP se enoja mucho con la
desigualdad sobre todo cuando se trata de comida: si a ti te dan seis tortillas
y a él cinco, protesta.”
23. Doriam González Parral, de Xalpatláhuac, Guerrero tiene
19 años. Es chaparrito y “se ve como un niñito”, “y por eso le dicen “Kínder”.
Causa mucha gracia cuando echa relajo. Tiene un hermano en la Normal… Los
hermanos entraron juntos, es notoria su fraternidad y los dos fueron
secuestrados juntos…”
24. Jorge Luis González Parral de 21 años, es el
hermano mayor de Doriam, el Kínder, es un compañero serio que ha trabajado en
diferentes taquerías y aunque le gustaba quería progresar y escogió ser maestro
igual que Kinder su hermano. Su apodo es “Charra” porque tiene una cicatriz en
la pierna como si se la hubiera hecho con una charrasca…”
25. Marcial Pablo Baranda,de 20 años habla una lengua
indígena y quiere ser maestro bilingüe al lado de otros maestros bilingües que
vienen de pueblos todavía más pobres. Es bajito, buena onda, primo de
Jorge Luis y Doriam y sus amigos lo apodan “Magallón”, porque su familia tiene
un grupo musical tropical con ese nombre que canta canciones de su tierra la
Costa Chica. Se la pasa cantando cumbias y toca la trompeta y las tarolas.
26. Jorge Aníbal Cruz Mendoza, de Xalpatláhuac, también
es de la banda de los Kínder, a él le dicen “Chivo” y es serio y aunque se
lleva bien con todos casi no echa desmadre…”
27. A Abelardo Vásquez Peniten, originario de Atliaca,
Guerrero, le gusta el futbol. En un partido hace poco metió muchos goles… Nunca
echa desmadre, se da a respetar porque nunca le falta al respeto a nadie ni
anda criticando. Además del futbol le encanta estudiar porque agarra un libro y
agarra otro y otro, y otro.”
28. A Cutberto Ortíz Ramos de Atoyac le dicen “El
Kománder” porque tiene cierto parecido con el cantante de corridos norteños.
Tiene una mirada muy fuerte, es robusto, alto, amigable, responde de buena
manera. En los campos de cultivo de la escuela le echa ganas… Y le encanta
contar un chiste de Bob Esponja, se ríe e imita a la perfección la risa de Bob
Esponja…”
29. Bernardo Flores Alcaraz, campesino, tiene 21 años y
en su pecho un lunar como una manita de gato… Tiene mucha ilusión de ser
maestro y de ayudar a los niños y a los señores adultos que no saben leer ni
escribir. En el campo hay mucha gente rezagada en educación y su
ilusión es enseñarles…Los 43 normalistas salieron a recabar fondos para hacer
sus prácticas, no se vale que les trunquen su vida y los dejen tirados en su
sangre…
30. Jesús Jovany Rodriguez Tlatempa de Tixtla apodado el
Churro de 21 años es el mayor de cuatro hermanos y “el único apoyo de su mamá”
según su prima quien marchó durante cinco horas manteniendo en alto una
pancarta con su retrato. Lo invitaron a la jornada de boteo del 26 de
septiembre. Es un muchacho sumamente noble que mantiene a una sobrina de un año
porque su hermana es mamá soltera y funge como figura paterna. Su prima reclama
con furia su presentación así como pide justicia para los muchachos de Tlatlaya
en el estado de México que son muchos.
31. Mauricio Ortega Valerio de Matlalapa o Matlinalpa cerca
de “La Montaña” 18 años es apodado “Espinosa” porque cuando lo raparon –
tradición en la Normal de Ayotzinapa para los alumnos de primer ingreso– le
salió cierto parecido con Espinosa Paz, el cantante.
32. A Martín Getsemany Sánchez García de Zumpango, de 20
años, a quién le gusta jugar futbol y le va al Cruz Azul, toda su familia lo
busca. Tiene ocho hermanos y durante la marcha del miércoles 22 en
Chilpancingo, sus familiares llevaron una manta con su fotografía.
33. Magdaleno Rubén Lauro Villegas de 19 años, conocido como
El Magda, es un compa tranquilo y noble que estudia para convertirse en maestro
bilingüe, para para dar clases a los niños indígenas que no hablan
español…”
34. Giovanni Galindo Guerrero de 20 años conocido como
el Espáider, “porque es flaquito y tiene su propio estilo para correr y brincar
como si se estuviera colgando de las telarañas igual que el “Hombre Araña”…”
35. A José Luis Luna Torres de 20 años de Amilzingo,
Morelos, sus cuates le dicen Pato, porque se parece al Pato Donald y tiene voz
de pato. Es serio, tranquilo, siempre te habla bien, es buena onda, pero es
callado y no echa mucho desmadre.
36. Julio Cesar López Patolzin de 25 años de Tixtla “no
tiene apodo. Le dicen simplemente “El Julio”. Es buena onda el bato pero
calladito, no echa mucho relajo, solo se lleva con unos pocos pero siempre es
agradable…”
37. A Jonás Trujillo González de la Costa Grande del
Ticuí municipio de Atoyác de Álvarez le dicen Beni porque su hermano también
está en la Normal de Ayotzinapa pero en segundo año y él se llama Benito… Por
lo tanto ellos son los Benis… Es alto, gordito y se lleva muy bien con su
hermano. Los dos son muy parecidos, aunque el menor es más alto y más clarito
de piel…”
38. A Miguel Ángel Hernández Martínez, de 27 años lo apodan
“Botita” porque a su hermano mayor quien también estudia en la Normal le dicen
“El Bota” y a él , en automático, le pusieron “el Botita” aunque es de estatura
media y gordo, nada desmadroso, siempre amigable, sano, no pesado: No es
alburero, es buena onda de echar la mano, pendiente de los demás, un chavo muy
solidario con todos, que en la clase le explica al profe y le hace el paro…”
39. Christian Alfonso Rodríguez de 21 años, de Tixtla anhela
ser maestro y le gusta la danza folclórica. “A él le dicen “Hugo” porque
siempre usa playeras de Hugo Boss. Su primo en la marcha del miércoles 22 se
quedó ronco de tanto explicar: “No solo es mi primo, es mi amigo… es una
persona muy aplicada, muy dedicada al estudio y a la danza y es injusto que
alguien que se entregue y se esfuerce de ese modo, sufra consecuencias trágicas
a manos del gobierno…”
40. José Ángel Navarrete González de 18 años comparte una
habitación dentro de la Normal con otros dos jóvenes, en la que no hay un solo
mueble, ni siquiera camas, sólo pliegos raídos de hule espuma.
41. A Carlos Iván Ramírez Villarreal de 20 años le dicen “El
Diablito” La verdad es que es bueno, no se mete con nadie, tranquilo, quiere
ser alguien pero en buena onda, no payaso pues…”
42. José Ángel Campos Cantor de 33 años de Tixtla es el
de mayor edad de los 43 normalistas desaparecidos. Aunque mayor nunca abusa de
los demás, al contrario, apoya en todo, es amigo de todos…”
43. A Israel Caballero Sánchez originario de Atliaca,
un pueblito a la mitad del camino entre Tixtla y Apango le dicen “Aguirrito”
por gordito. Está preparándose para ser maestro en comunidades indígenas y
cuando sus compas le dicen Aguirrito protesta: “No sean cabrones, no me pongan
esa chinga…”
Ayotzinapa está destrozado. México está destrozado. Los
alumnos de la Normal de Ayotzinapa conservan los tenis rotos de sus compañeros,
su ropa, hasta los cartones que les sirven de cama. Esperan su regreso a pesar
de que al extraordinario sacerdote Alejandro Solalinde, protector de los
migrantes que ahora mismo celebra misa en Ayotzinapa, varios testigos le
dijeron que los estudiantes habían sido asesinados, desmembrados y tirados a una
fosa a la que le prendieron fuego. No hay respuesta suficiente entre crimen tan
grande. La foto del estudiante del estado de México Julio César Mondragón al
que le sacaron los ojos circula en Internet, su rostro desollado. Estamos ante
una catástrofe nacional. En cinco estados hay protestas en apoyo a los 43
desaparecidos. México se desangra. La comunidad internacional está
escandalizada y considera que México es ahora el país sin guerra más peligroso
para los jóvenes. Jóvenes mutilados, jóvenes sin cuerpo, jóvenes asesinados. En
el mundo entero resuena la indignación. La madre del estudiante de Guadalajara
Ricardo Esparza que asistió al Cervantino de Guanajuato dijo que agradecía
recibir el cuerpo muerto de su hijo para llevarle flores. ¿No resulta monstruosa
su conformidad? O como se pregunta Gloria Muñoz Ramírez. “¿Hasta dónde ha
llegado el terror implantado por el gobierno en el seno de la sociedad?” Frente
al terror solo queda la unión de un pueblo que se levanta y grita como lo ha
hecho durante días: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
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